sábado, 16 de febrero de 2013

NOSOTROS Y NUESTROS HIJOS


Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo.

- No olviden venir a la reunión, es obligatoria - fue lo que la maestra escribió en el cuaderno del niño.


- ¡Pues qué cree la maestra! ¿Cree que podemos disponer del tiempo a la hora que ella diga? Si supiera qué importante era la reunión que tenía a las 8:30 a.m., de aquí dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!...
Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente estaba pensando cómo resolver lo de ése negocio, probablemente podríamos comprar una nueva televisión con el dinero que recibiría.
- ¡Juan Rodríguez!... escuché a lo lejos. ¿No está el papá de Juan Rodríguez? dijo la maestra.

- ¡Sí, sí, aquí estoy! Contesté pasando a recibir la boleta de mi hijo. Regresé a mi silla y me dispuse a verla.


- ¿Para esto vine? ¿Qué es esto?...


La boleta estaba llena de seis y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo.
De regreso a la casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba... ¡si le doy todo! ¡Nada le falta ¡Ahora sí le va a ir muy mal!... Me estacioné y salí del carro, entré a la casa, tiré la puerta y grité:

- ¡Ven acá Juan!
Juan estaba en su recámara y corrió a abrazarme.

- ¡Papi!...


- ¡Qué papi, ni que nada!- Lo retiré de mí, me quité el cinturón y lo castigué dos veces, al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. ¡Y te me vas a tu cuarto! - terminé.


Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.
Mi esposa no dijo nada, solo movió la cabeza negativamente y se fue...Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa me entregó otra vez la libreta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco y me dijo: Léela despacio y después toma tu decisión...

Ésta decía así:
Boleta de calificaciones para el papá
TIEMPO QUE LE DEDICA A SU HIJO CALIFICACIÓN
1. En conversar con él a la hora de dormir6
2. En jugar con él6
3. En ayudarlo a hacer su tarea7
4. En salir de paseo en familia6
5. En contarle un cuento antes de dormir6
6. En abrazarlo y besarlo6
7. En ver televisión con él 7
- ¡Él me había puesto seis y sietes, a mí! Yo me hubiese calificado con menos de cinco... Me levanté y corrí a la habitación de mi hijo, lo abracé y lloré... Quería regresar el tiempo, pero era imposible...

Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por sus lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo:

- ¡Te quiero papi! Cerró sus ojos y se durmió.

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