martes, 19 de marzo de 2013

UN TRIUNFADOR

Cuando un triunfador comete un error, dice: "Yo me equivoque" y aprende la lección.
Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa" y se la hecha a otros.


Un triunfador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros.
Un perdedor se siente una víctima ante la adversidad.

Un triunfador sabe que el resultado de las cosas depende de él.
Un perdedor cree que la mala suerte sí existe.


Un triunfador trabaja muy fuerte y se genera mas tiempo para sí mismo.
Un perdedor esta siempre "muy ocupado" y no tiene tiempo ni para los suyos.

Un triunfador enfrenta los retos uno a uno.
Un perdedor le da vueltas y no se atreve a intentarlo.

Un triunfador se compromete, da su palabra y la cumple.

Un perdedor hace promesas, no asegura nada y cuando falla solo se justifica.

Un triunfador dice: "Yo soy bueno, pero voy a ser mejor".

Un perdedor dice: "Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente".

Un triunfador escucha, comprende y responde.

Un perdedor solo espera hasta que le toque su turno para hablar.

Un triunfador respeta a aquellos que saben más que él y trata de aprender algo de ellos.

Un perdedor se resiste con aquellos que saben mas que él y solo se fija en sus defectos.

Un triunfador se siente responsable por algo más que su trabajo solamente.

Un perdedor no se compromete y siempre dice, "Yo sólo hago mi trabajo"

Un triunfador dice, "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."

Un perdedor dice, "Esta es la manera en que siempre lo hemos hecho".

Un triunfador es parte de la solución.
Un perdedor es parte del problema.


Un triunfador se fija en "cómo se ve la pared en su totalidad".
Un perdedor se fija "en el ladrillo que le toca colocar".


¡Saludos, TRIUNFADOR!

martes, 5 de marzo de 2013

EL PICADOR DE PIEDRA


 
Cuenta la leyenda que un humilde picador de piedra vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día expresó en voz alta su deseo y cuál fue su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad: se había convertido en un rico mercader.

Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró de que debido a su condición se había creado muchos enemigos y sintió miedo.

Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así que quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.

Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó: "él si que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡ Quiero ser el sol !".

Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realm
ente le gustaría ser.

Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ ella sí que es realmente fuerte: quiero ser una roca ! Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.

Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.

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