martes, 4 de junio de 2013

QUIERO AMARTE...SIN ABSORBERTE

Yo creo que esta publicación de Virginia Satir, titulada Mis Metas y que aparece en el libro "En contacto íntimo" de la editorial Concepto S.A. en su onceava reimpresión en Méjico en 1988, tiene esa estructura característica de escrito simple pero profundo, que merece ser disfrutado .
 
En este texto la autora, de quien ya he escrito algunos otros comentarios, propone lo siguiente:
 
Mis metas
Quiero amarte sin absorberte,
Apreciarte sin juzgarte,
Unirme a ti sin esclavizarte,
Invitarte sin exigirte,
Dejarte sin sentirme culpable,
Criticarte sin herirte,
Y ayudarte sin menospreciarte.
Si puedes hacer lo mismo por mí, entonces nos habremos conocido verdaderamente y nos podremos beneficiar los dos
 
Comencemos por la expresión "amarte sin absorberte". Creo que se refiere a la posibilidad de amar al otro permitiéndole ser. Esto significa: permitirle ser libre, ser ella o él mismo. Para poder desarrollar libremente su personalidad desde sus creencias y valores. Desde su mapa representacional y conceptual del mundo. En resumen, se trata de observar al otro desde el respeto, sin intervenir en su construcción, para beneficio de mis propósitos egocéntricos. Es importante reconocer nuestro egoísmo y nuestras ganas de controlar a la otra persona, para que se acomode a nuestros intereses.
 
Y esto se enlaza muy bien con la siguiente frase, donde la doctora Satir, nos invita a apreciar a la otra persona sin juzgarla. Qué difícil no juzgar, no censurar, no perseguir. Pues desde niños hemos sido educados en la crítica. En la observación evaluadora de nuestros padres y maestros y por lo tanto de sus juicios que nacen de su comportamiento como seres de control y manipulación. Entonces perpetuamos la acción de juzgar y la convertimos en nuestra aliada más poderosa, para de esta forma obligar a los demás a actuar y pensar según nuestro criterio.
 
Amar es dejar ser. Entonces nuestras uniones de pareja no pueden convertirse en una forma sutil de esclavitud. No se trata de establecer un vínculo entre un amo y un esclavo. Se trata del encuentro respetuoso y responsable de un par de personas que desde la libertad optan por acompañar al otro en sus respectivos caminos; sin presiones, sin culpas, sin chantajes emocionales.
 
Y mucho menos se trata de exigir al otro que actúe, piense, reaccione o se comunique en una determinada dirección. Renunciado a sus propios ideales, valores y mapas de creencias.
 
Lo preferible es formular una invitación amistosa y amigable a ese otro, para que nos acompañe en el camino. Pero dicha compañía no se puede exigir. No se puede obligar. Porque debe originarse desde el deseo del otro. Desde la búsqueda del otro. No únicamente desde mi deseo o mi necesidad de ser acompañado.
 
Porque si, en medio de la marcha, se suscita una necesidad de caminar solo, entonces es cuando se puede recobrar la libertad sin remordimientos. Pues, es posible abandonar sin sentirse culpable.
 
Criticar se facilita cuando se hace con amor. Con respeto por el proceso y el estilo del otro. Cuando se busca ayudar al crecimiento personal propio y de la pareja.
 
Y la ayuda a mi pareja o compañero de viaje, tiene sentido cuando la ofrezco para agilizar el camino y no para entorpecerlo. Porque una ayuda que paralice no es ayuda. Una ayuda que incapacite no es ayuda. Una ayuda que genere dependencia, no es ayuda.
En esta línea, amar se parece más a un proceso de desapego que de apego. Pues se trata de caminar, respetando las individualidades, que de fusionarme con el otro, perdiendo la identidad y el libre albedrío.
Por ello quiero amarte...sin absorberte... para que seas tú misma.

CONVERSACIÓN RADIAL EN ALTAMAR

Esta es la trascripción de una conversación radial real entre un buque de la Armada de Estados Unidos y autoridades canadienses costeras de Newfoundland en octubre de 1995.


- Americanos: Por favor, cambien su curso 15 grados al norte a fin de evitar colisión.
- Canadienses: Recomendamos que USTED cambie SU curso 15 grados al sur a fin de evitar la colisión.
- Americanos: Les habla el capitán de un buque de la Armada de EEUU. Repito, cambien su curso.
- Canadienses: No. Repetimos, ustedes deben cambiar su curso.
- Americanos: ESTE ES EL PORTAVIONES ABRAHAM LINCOLN, EL SEGUNDO BUQUE EN TAMAÑO DE LA FLOTA DE ESTADOS UNIDOS DE AMERICA EN EL ATLANTICO. NOS ACOMPAÑAN TRES DESTRUCTORES, TRES CRUCEROS Y NUMEROSOS BUQUES DE APOYO. DEMANDO QUE USTED CAMBIE SU CURSO 15 GRADOS AL NORTE, O TOMAREMOS MEDIDAS PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD DE ESTE BUQUE.
- Canadienses: Este es un faro. Ustedes deciden si quieren seguir su curso...

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