La mayoría de los guías espirituales y los sabios ha valorado
el hechizo de las historias o las parábolas para compartir su sapiencia.
En estos días tan agitados, sé más espiritual y saca tiempo para
aprender o desaprender algo con estas tres parábolas:
A. La profesora solicitó a los niños que llevaran un lápiz con
borrador y les pidió observarlo muy bien. Después de un rato les dijo
con amor, veamos las cinco lecciones que nos enseña un lápiz: lo más
valioso no está afuera, está adentro, es el grafito que nos permite
escribir o dibujar. Lo aparente no es lo más importante; el lápiz, como
todas nuestras acciones, deja una huella. Hay que actuar bien para que
esa huella sea positiva; el lápiz trae una goma para borrar los errores,
son parte de la vida. El perdón es caucho que cancela los agravios; un
sacapuntas es necesario para que el lápiz funcione bien. Quien te ama te
pule y ayuda, aunque te duela, y al lápiz lo guía una mano, y cada ser
actúa mejor cuando busca una guía sabia para seguir el camino recto. Esa
sabia guía ante todo viene de Dios, pero también de seres iluminados
que están allí para darnos luz.
B. El mago inició su show y deslumbró a todos con sus geniales y
asombrosos trucos. María estaba allí encantada, pero ese día la magia la
puso a pensar en algo importante: “este mago descresta porque ha
practicado inimaginables veces, y su destreza es el fruto de miles y
miles de ensayos. ¡Ah, hoy lo veo claro, uno de mis errores es esperar
que mi vida cambie fácil, por arte de magia!”. Mientras el ilusionista
hacía aparecer o desaparecer personas y objetos, Mary se decía a sí
misma: “no es con artificios, sino con un compromiso, como puedo dejar
mis malos hábitos y adquirir otros buenos. Un guía o un seminario me
pueden ayudar, pero no van a hacer magia, esa solo la puedo hacer yo
misma”. El show terminó, pero ese día Mary asumió unos compromisos de
mejoramiento y empezó un proceso que la llevó a transformar su vida paso
a paso.
C. Naces en una cama casi cuadrada, en una habitación cuadrada,
en un hospital cuadrado. Estás sobre una sábana casi cuadrada, sobre un
colchón cuadrado. Te llevan a una casa y pieza cuadradas, con varios
cuadros y una ventana cuadrada. Creces en medio de cosas cuadradas, en
una ciudad con cuadras, y estudias con libros cuadrados en un salón
cuadrado. Te enseñan a cuadrarte en filas, a cuadrar los números y a no
descuadrarte en tus notas. Te cuadras con una pareja y en tu economía
buscas que todo cuadre antes de ser enterrado en una tumba, en parte,
cuadrada. ¡Ojo, en el cuerpo humano y en la naturaleza lo que predomina
es lo circular, no lo cuadrado! ¿Tu vida es rígida y poco creativa? Sé
flexible y elástico, no seas rígido ni terco.
Gonzalo Gallo González - Escritor - Conferencista / charleschaplin@oasisgonzalogallo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario