Se echó a llorar de manera desconsolada explicando que su carro era nuevo, que se lo había regalado su marido, que como iria a explicar ese choque a su esposo.
El conductor del otro vehículo le dijo que, francamente, comprendía pero que debía anotar el número de su licencia de conducir y de la compañía de seguros.
Que tambien debía llamar a la policía para que conociera el caso.Que este era el procedimiento y que lamentaba lo sucedido.
Cuando la mujer sacó de la cartera el sobre con los documentos se le cayó un papel con letras grandes y contundentes, en el cual figuraban las siguientes palabras: En caso de que tengas un accidente, recuerda, querida: ¡Te amo a ti, no al auto!
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